Luego de un marzo flojo para los restauranteros de Quintana Roo, la Semana Santa dejó un respiro: el sector reportó un incremento del 5% en sus ingresos, impulsado por un aumento en el consumo tanto de turistas como de locales.
El cheque promedio por comensal subió de 380 a 410 pesos, según datos de Marcy Bezaleel Pacheco, presidente de Cocineros de Quintana Roo. El dato evidencia un mayor gasto individual y un comportamiento más generoso en restaurantes, sobre todo en zonas turísticas como Cancún, Playa del Carmen y Tulum.
Los empresarios del sector vieron en este repunte una válvula de alivio tras varios meses con ingresos a la baja. Aunque no se alcanzaron los niveles prepandemia, la ocupación promedio durante la temporada vacacional rozó el 60%, muy por encima del 35% registrado en marzo.
“El pico de comensales se dio en desayunos y cenas, con locales llenos y filas para entrar. Eso no pasaba desde diciembre”, explicó Bezaleel Pacheco, quien reconoció que muchos negocios dependen de estas semanas altas para sobrevivir el resto del año.
El sector gastronómico, golpeado por la inflación y los cambios en los hábitos de consumo, sigue viendo en las temporadas vacacionales su principal tabla de salvación. La pregunta ahora es si este pequeño respiro será suficiente para sortear los meses de baja que siguen.