En una presentación que mostraba la aparente unidad, los líderes de los comités municipales del PAN en Quintana Roo no lograron ocultar su seriedad durante la presentación del nuevo vocero del partido en la entidad, Carlos Orvañanos, quien anteriormente desempeñó el rol de vocero para Carlos Joaquín.

A pesar de los semblantes que reflejaban la tensión por la llegada de Orvañanos, éste rápidamente señaló haber presentado su renuncia al exgobernador un año antes de concluir su mandato. A pesar de negar cualquier vínculo, esta sombra persistirá y posiblemente tenga repercusiones en futuros procesos electorales.

Previo a la presentación, los militantes y presidentes de comités municipales sí estuvieron de acuerdo en algo, y fue encontrar un punto de acuerdo estratégico para proyectar la victoria en las elecciones de Cancún, pero no para el próximo proceso electoral, sino para 2027. Esta estrategia se basa en la espera de posibles rupturas internas en Morena, el desgaste y la politización entre Morena y el Frente Amplio por México, y el escenario político que se prevé con la salida del presidente Andrés Manuel López Obrador.

En las últimas reuniones internas, se acordó que el objetivo principal sería ganar en Cancún, que alberga al menos 8 distritos electorales, abarcando casi la mitad del electorado de todos los distritos que componen el Congreso del Estado. De esta manera, se buscaría recuperar la mayoría en el poder legislativo.

Todo este panorama se desarrolla después de que el PAN se viera afectado por la salida de los presidentes municipales, regidores y demás líderes de Acción Nacional, y la pérdida de militantes. Se atribuye esta situación a Eduardo Martínez Arcila, quien, según se argumenta, descuidó el activismo con la militancia, careció de cuadros políticos competitivos en municipios clave de sur a norte (exceptuando Solidaridad) y donde el PAN Quintana Roo enfrenta cuestionamientos hacia la presidenta Reyna Tamayo por supuestos acercamientos al oficialismo estatal.

En respuesta, la mayoría de los comités optó por dirigir sus esfuerzos hacia Cancún. Sin embargo, la designación de Carlos Orvañanos tomó a muchos por sorpresa. Algunos militantes sugieren que buscó la aprobación del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), dado su escaso arraigo en Quintana Roo y la sombra del joaquinismo que lo persigue.

En este contexto, y con la instrucción proveniente del CEN, los líderes del PAN no tuvieron más opción que figurar en la foto, porque como dice el dicho, en el barco de la política, el que no se amolda, se ahoga.

La semana entrante se espera que estén listas las encuestas internas para evaluar la aprobación de los aspirantes panistas que buscan contender. Habrá que esperar las decisiones de paridad y observar las elecciones que tomen en el partido para encabezar a los candidatos del próximo proceso electoral, donde seguramente veremos algunas tensiones internas con la designación de Carlos Orvañanos… al tiempo.