Chetumal, Quintana Roo. – Después de años de lucha, el chicle maya de Quintana Roo y Campeche obtuvo la Indicación Geográfica de Protección (IGP), un distintivo que resalta su origen único y asegura su preservación.
Actualmente, Quintana Roo cuenta con 20 cooperativas activas que agrupan a cerca de 1,200 chicleros, quienes producen anualmente alrededor de 50 toneladas de chicle. Con la IGP, se espera mejorar los ingresos de las familias que dependen de esta actividad y abrir nuevas oportunidades comerciales.
El reconocimiento fue otorgado por el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI),
Este distintivo, publicado oficialmente en el Diario Oficial de la Federación el pasado 24 de octubre, consolida un esfuerzo de más de seis años liderado por el Consorcio Chicza México. Protege la producción del chicle y garantiza su calidad, fortaleciendo su competitividad en mercados nacionales e internacionales.
Fausto Aké Cahuich, presidente del Consorcio Chiclero, agradeció el apoyo de las autoridades, destacando la labor de la gobernadora por acelerar el proceso. «Esto es un triunfo para todos los que vivimos del chicle, un producto que representa nuestras raíces y nuestra conexión con la selva maya», señaló.
«Es un acto de justicia histórica para las comunidades chicleras, que durante generaciones han sido guardianas de esta tradición y motor económico del sur del estado», expresó la gobernadora Mara Lezama tras recibir el documento de manos de Santiago Nieto, director del IMPI, en un acto protocolario
Además de proteger un producto emblemático, la IGP busca preservar una tradición ancestral que forma parte de la identidad de la región.
«Este reconocimiento asegura que no existe nada igual en el mundo, colocando al chicle maya en el lugar que merece», preciso Santiago Nieto.
.
.
.
.
.
.
.