Rosarito, Baja California.- La gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama Espinosa, irrumpió en el Tianguis Turístico de México 2025 con un as bajo la manga: Maya Ka’an. Ante los ojos de los mandamases del sector, la mandataria estatal destapó este rincón del Caribe Mexicano como un modelo ejemplar de cómo el turismo puede ser sinónimo de justicia social y cuidado ambiental.
En el panel «Turismo comunitario: naturaleza, comunidades y culturas vivas», Lezama no se guardó elogios para este destino que abarca la friolera de un millón de hectáreas, un territorio dedicado a la conservación de la riqueza biocultural de la mano del turismo rural-comunitario. Y no es poca cosa, pues en su entraña laten 76 comunidades mayas, guardianes ancestrales de una cultura viva.
«Maya Ka’an es el faro a nivel nacional en turismo rural y comunitario», sentenció Lezama, resaltando cómo este proyecto desata la potencia de la cultura maya, su gastronomía y su magia enigmática para que el mundo entero la experimente de primera mano con sus protagonistas: las propias comunidades de Quintana Roo. Con esta apuesta, la gobernadora busca apuntalar la diversificación turística de un estado que ya presume 12 destinos, marcando una «Nueva Era del Caribe Mexicano».
Flanqueada por la secretaria de Turismo federal, Josefina Rodríguez Zamora, y la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila Olmeda, Lezama desmenuzó cómo el turismo comunitario se incrustó en la estrategia de diversificación estatal con una visión a largo plazo, hasta el 2050, erigiéndose como un nuevo paradigma de desarrollo turístico.
La jefa del Ejecutivo estatal recordó las reformas a la Ley Estatal de Turismo, un movimiento estratégico para crear zonas rurales comunitarias con un potencial turístico innegable, siendo Maya Ka’an su punta de lanza. Este millón de hectáreas no es solo extensión territorial; es un compromiso tangible con la preservación del legado biocultural a través de un turismo con rostro humano.
«Esta zona decretada cobija a 76 comunidades indígenas y a una Red de Turismo Comunitario que se convirtió en la columna vertebral para impulsar la Ruta Guerra de Castas, un corredor que hoy ofrece más de 90 experiencias auténticas», detalló Lezama, dejando claro el músculo turístico que está emergiendo.
Pero la cosa no quedó en palabras. Lezama también puso sobre la mesa la inversión tangible en el patrimonio: 33.2 millones de pesos destinados a la restauración de los templos Santo Niño Jesús y San Juan Bautista, la rehabilitación de caminos vecinales, la dotación de equipamiento urbano y el impulso de 11 empresas comunitarias.
En el encuentro, moderado por Andrés Morales, representante de la UNESCO en México, y con la presencia de otros líderes como el gobernador de Puebla, Alejandro Armenta Mier, y el director de Rutopía, Emiliano Iturriaga, Lezama explicó la creación del Organismo Gestor del Destino (OGD) Maya Ka’an. Este ente, surgido de una convocatoria pública, se erige como el cerebro para la planificación y gestión del turismo comunitario, donde las decisiones se toman con la voz de todos: sector público, privado, académico, social y ambiental.
La gobernadora enfatizó que este OGD tiene la misión de convertir el turismo en una fuerza transformadora para las comunidades locales, impulsando el bienestar social y protegiendo el invaluable patrimonio biocultural.
Como hoja de ruta, se aplica un Plan Maestro de Turismo Sustentable, una estrategia que sienta las bases para el crecimiento del turismo comunitario, integrando proyectos de alto impacto como el Aeropuerto Internacional «Felipe Carrillo Puerto» de Tulum, el Tren Maya y la apertura de la Puerta al Mar en el municipio de Felipe Carrillo Puerto.
A esta visión se suman inversiones directas al bienestar colectivo, potenciando las empresas comunitarias, como las manos artesanas de mujeres y hombres mayas que ahora exhiben su arte en los Mercados del Bienestar Maya y el nuevo Tianguis Comercial Yum Kaáx en Chetumal.
Lezama fue clara: con la iniciativa privada se tejieron alianzas sólidas, siempre bajo la lupa de los lineamientos que emanan de las propias comunidades, respetando la vocación turística de Maya Ka’an.
Para sellar esta «Nueva Era del Turismo Comunitario», la gobernadora reiteró que su cimiento es el Nuevo Acuerdo por el Bienestar y Desarrollo de Quintana Roo, una convocatoria a la participación de todos para que el progreso no deje a nadie atrás.
Finalmente, Lezama sentenció que en su gobierno, con un sello humanista y feminista, el turismo comunitario tiene un empuje sin precedentes, erigiéndose como el motor para la transformación y el bienestar de aquellas zonas históricamente olvidadas. El objetivo es claro: que los beneficios del turismo se derramen directamente en las mesas y los bolsillos de los trabajadores y las familias de las comunidades rurales.