Trascendió que algunos observadores vieron en Kamala Harris, la ex candidata demócrata a la vicepresidencia de Estados Unidos, un ejemplo de civilidad que más de un político en Quintana Roo debería seguir.
Harris perdió por 7 puntos porcentuales, y aun así, no dudó en aceptar el resultado con dignidad y sin objeciones. Sin embargo, en las elecciones de este año en Quintana Roo, la oposición tomó el camino contrario, montando impugnaciones y acusaciones de fraude que terminaron en lo ridículo en los tribunales.
Primero, el PRI impugnó la contundente victoria de José Luis Chacón, quien ganó con una ventaja del 47% de los votos. No contentos con este descalabro, en Felipe Carrillo Puerto, el líder del PRD, Leobardo Rojas, insistió en un supuesto fraude en la elección que ganó Mary Hernández con el 50% de la votación. La situación no mejoró para el PRD, que también impugnó siete de los quince distritos electorales… para perder en todos.
Estas impugnaciones poco fundamentadas solo debilitaron su posición y credibilidad, al punto que el PRD perdió el registro.
Como diría Harris: “Un principio fundamental de la democracia es aceptar los resultados cuando perdemos.”
… Tal vez sea tiempo de que algunos aspirantes en Quintana Roo tomen nota y eviten hacer el oso para el 2027
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